La puerta secreta de Ana

De nuevo, mi clase de Temas de Filosofía Antigua y Medieval. ¿La tarea? Escribir lo que haríamos si fuéramos invisibles ( sin poner nuestros nombres en el papel, claro). Muchas de las respuestas fueron muy interesantes, algunas dieron risa, otros dieron que pensar (afortunadamente, grabé la clase, de modo que pienso reproducir algunas de estas respuestas) Desafortunadamente, la profesora leyó la mía... Algunas de estas respuestas fueron: Vería a mi persona amada(Aww...) Entraría a una librería y me llevaría unos libros (y dice que cuando los termina, los regresa) Entraría a clases gratis Me probaría la ropa de los centros comerciales Entraría a los restaurantes y me comería lo que quisiera, sin pagar ( ya,pero...¿y cómo explicas la comida que vuela?) Robaría plata Vería los exámenes y las prácticas Vería los acuerdos de las altas esferas del poder Viajaría gratis Comería postres sin pagar Robaría una congeladora llena de helados (puff, qué glotón o glotona) Escuchar

La tarea pertenece a mi clase de Temas de Filosofía Antigua y Medieval. Nuestra obligación era escribir un discurso retórico (es decir, un discurso que pueda ser hablado y capaz de generar emociones).  Los discursos retóricos pueden ser de distintos tipos. Mi grupo y yo elegimos el discurso de aliento, al estilo de William Wallace en Corazón Valiente. Queridos compatriotas: Hace 36 años que nuestra selección no ha jugado un mundial, pero eso ahora es un sentimiento triste que se siente lejano. Toda esa tristeza no se compara al júbilo que estamos sintiendo ahora por estar tan cerca de clasificar, después de tanto tiempo sufrido,  a un mundial. Este es un escenario que, con toda la oleada de las redes sociales y las ventas masivas,  no se había visto durante muchísimo tiempo.  Con todo esto, la esperanza en nuestro corazón blanco y rojo debe arder más que nunca. NO IMPORTA que las entradas al partido contra Colombia ya estén agotadas. NO IMPORTA si estás en Lima o e